El día 13 de febrero se publico en el diario La Gaceta de Tucumán una entrevista, donde la experta en Educación, Ines Dussel, dice que hay que cambiar los regímenes de aprobación y acreditación de los espacios curriculares.
Hoy en día para aprobar un año en el nivel medio es necesario contar con solo dos materias desaprobadas. La discusión pasa por la necesidad de volver a repensar el sistema de promoción escolar, no tiene sentido volver a cursar materias que han sido aprobadas. Se vuelve a estudiar las mismas materias con un sistema que no le sirvió.
Este sistema de promoción escolar era útil para el viejo sistema de la escuela media, una escuela que era expulsiva. En la actualidad la escuela media es obligatoria, para todos y su fin es la permanencia del alumno dentro de ella. Pero también es cierto que la nueva escuela no responde a la demanda que se le hace, se encuentra desprestigiada como institución. Es necesario repensarla para fomentar una función social más dinámica, relacionarse con las y reconfigurar dentro de ella los vínculos que se generan como respuesta a los cambios en torno a la que se han ido llevando a cabo en los últimos tiempos.
Hace hincapié en la necesidad de cambiar los modelos pedagógicos, necesariamente se debe cambiar la forma de relacionarse del adolescente con el conocimiento, generar curriculum mas relevantes con menos materias pero mas profundas. Esto permite pensar en generar un pensamiento crítico, saberes que perduren, el sentido contrario a estudiar de todo un poquito.
Con respecto a esto, en una nota publicada por Diario Clarín del día 19/3/11, cuenta el proyecto piloto de la Escuela N° 6, Manuel Belgrano, donde estudió Jorge Luis Borges de su sistema de promoción escolar.
Este proyecto tiene como fin bajar el nivel de repitencia del alumnado. Este sistema de promoción escolar permite a los alumnos que poseen tres previas dar un ultimo examen para no repetir el año.
El proyecto comenzó el año pasado y permitió que de 26 chicos anotados en el Manuel Belgrano, 16 promocionaran, el 62%.
El alumno tiene una nueva oportunidad para pasar de año, aunque el esfuerzo es otro. De las tres materias que se deben, hay que elegir una y comprometerse a realizar un curso preparatorio con profesores de la institución que hacen de guía. Paralelamente, mientras hace este curso, que dura un mes, el estudiante comienza otra vez el año que repitió. Y junto al curso preparatorio, a contra turno debe asistir a las clases de apoyo del año al que pasaría si aprobara la materia pendiente.
Es necesario que la escuela se adapte a una sociedad que ha cambiado, darle nuevas alternativas para lograr incluir a todos.