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[Review] Inicio de la octava temporada de «The Big Bang Theory»

El pasado Lunes 22 de Septiembre se estrenaron de manera simultánea los dos primeros episodios de la octava temporada de la serie de comedia que más fans y más sobrevaloración tiene hoy en día: «The Big Bang Theory». En un día que sorprendió a muchos (recordemos que suele salir los jueves de cada semana. Igual tranquilos, luego de esa emisión vuelve a salir los jueves), finalmente se entendió el cambio de día simplemente para competir de forma honesta con el piloto de «Gotham», la nueva serie promesa de Fox. En fin, lo que nos compete hoy en NeetEscuela es, a fin y a cabo, cómo ha venido este inicio de su nueva temporada que, a juzgar por el final de la séptima, prometía muchos «cambios». El adelanto es: The Big Bang Theory ya no es lo que era. 

Si todavía no viste el S08E01 y el S08E02 de TBBT, entonces te recomiendo que no sigas leyendo, porque se vienen algunos pequeños SPOILERS.

Lo primero que uno se encuentra al arrancar el episodio es a una Kaley Cuoco con el pelo corto (que le queda sorprendentemente bien) y a un Howard tal vez un poco más flaco, además de un Sheldon sin pantalones. Más allá de eso, otros cambios aparentes no hay. Es exactamente todo igual: el mundo gira alrededor de Sheldon, Raj sigue tirando comentarios afeminados con Howard pese a que ahora tiene novia (que brilló por su ausencia en los primeros dos episodios), Bernadette con su voz finita pero carácter fuerte, Leonard que aporta su dote de «humanidad» al grupo, y una Amy con la cuál lamentablemente hace dos temporadas enteras que ya no saben qué hacer, ya que su relación con Sheldon avanza más lento que el trámite para sacar el carnet de conducir.

Al final resultó ser que el viaje de Sheldon fue casi en vano, ya que nunca abandonó las estaciones de trenes de las ciudades que visitó, además de que finalmente le terminan robando todo y Leonard tiene que ir a buscarlo. No hay ningún cambio filosófico en su personalidad: sigue siendo exactamente igual, salvo algunos destellos de humanidad y algunas sorprendentes frases (como cuando le dice a Leonard en forma de broma que quería tener «coito» con Amy). Así, el S08E01 pasa sin pena ni gloria: sólo uno o dos gags tienen verdadera gracia, el resto es todo una serie de bromas forzadas y diálogos innaturales cuya ausencia en los inicios de la serie (digamos las primeras tres temporadas) era lo que hacía a TBBT una serie totalmente genial y divertida. 

El S08E02 es otra cosa, pero también no lo es tanto. La trama es lo que realmente atrapa: Sheldon se ve obligado a enseñar en la Universidad si quiere dejar de investigar sobre la Teoría de Cuerdas y como a su curso de posgrado no se presentó nadie Howard termina tomando la clase, con consecuencias catastróficas. En este capítulo el humor mejoró un poco, sobre todo porque agregaron muchos diálogos y situaciones científicas, en un intento (un poco vago, es verdad) en volver a los orígenes «nerds» que poseía la serie. Pero de nuevo la misma fórmula inaudita: situaciones forzadas, eventos que llaman poco la atención, una Amy que aburre y una Bernadette que para lo único que está es para ser la esposa de Howard. Ya ni Stuart (que todo parece indicar que va en camino de ser un actor fijo esta temporada) da tanta gracia como lo hacía en las primeras temporadas (que, de hecho, era mi personaje favorito en su momento).

Sorprende notar como en algunos momentos no podés darte cuenta que efectivamente estás viendo TBBT: la historia se vuelve tan monótona y tan poco original que pareciera que estás viendo otra de las sinfines de sitcoms baratas que tiene al aire EEUU. Es una verdadera lástima.

En fin, volvió TBBT, y la mitad del mundo va a estar atento a los episodios que aparezcan, le van a festejar sus chistes y se van a enojar porque no gana un Emmy. Por mi parte, todavía le tengo bastante fe a una serie que supo llegar a mi corazón y que tiene los suficientes recursos como para hacer una remontada histórica hasta su décima temporada confirmada hasta la fecha.

La esperanza es lo último que se pierde.