Mucho mito se ha creado en torno a las pastillas para delgazar. A ver, hay que ser racional y más allá de la información controvertida que se nos brinde al respecto, se debe tener en claro que ninguna pastilla es milagrosa. Es como si una persona diabética pretendiera controlar su enfermedad sólo con inyectarse insulina o tomando hipoglucemiantes orales, pero evadiendo el tratamiento no farmacológico basado en un plan de alimentación adecuado junto con actividad física aeróbica. Podría controlar sus niveles de glucemia transitoriamente, pero la enfermedad va a seguir avanzado y causandole complicaciones.
Lo mismo con las pastillas para delgazar. No se puede pretender bajar de peso tomando una pastilla si la vida que se lleva es por demás sedentaria y a eso le sumamos desarreglos con la comida. Además, se suma la cuestión de que no muchos medicamentos han demostrado mediante Ensayos Clínicos Controlados, la eficacia clínica en relación a la disminución del peso que refieren generar. De todos modos, hay algunos fármacos con evidencia científica comprobada da que logran reducciones de peso significativas, pero por supuesto acompañados de dieta y ejercicio físico.
Igualmente lo mejor es consultar a un médico especialista en nutrición o a un Licenciado en Nutrición antes de iniciar la toma de cualquier medicamento, sobre todo porque se ha visto que muchas pastillas para adelgazar pueden contener extractos de otros productos como hormonas tiroideas lo que puede acarrear problemas endocrinometabólicos no deseados. Así que mi consejo es, no descarte la toma de pastillas pero consulte antes a un especialista en el tema que le recomendará las mejores opciones para que usted luego elija a conciencia y con fundamento.