Ayer se vivió una jornada con toma de decisiones bastante polémicas, que como todo trajeron mucho debate. ¿Qué sucedió? Bueno en varias localidades del país se suspendieron las clases por dos días debido al intenso calor.
Esto obviamente trajo muchas repercusiones a favor y en contra, muchos sostenían que el calor esta y que no por eso deben suspenderse las clases y que en tiempos de antes esto no sucedía. Desde el lado contrario los que apoyan la medida sostienen que el calor es muy intenso y que los salones no están acondicionados para que haya en ellos 30 años con estas temperaturas.
Muchos maestros afirmaron que hay salones que hasta ni tienen ventanas, menos que menos un ventilador o algo para recambiar el aire, y que con las altas temperaturas y el hacinamiento que hay en los salones (los cuales la mayoría son muy chicos) es imposible dar clases, y que es arriesgarse a que algún alumno hasta pueda tener un golpe de calor o baja de presión.
Es acá cuando caemos nuevamente en lo mismo: la infraestructura escolar, realmente es lamentable ver el estado de algunas escuelas, que no tienen ni ventanas, menos vamos a pretender que tengan un ventilador o aire. Pero no solo el problema es con el calor, cuando vengas las temperaturas bajas también vamos a enfrentarnos a lo mismo, ya que hay escuelas que no tienen gas, o tienen los vidrios de las ventanas rotas, o peor estas no cierran. Realmente si queremos tener una educación mas seria sería fundamental que de una buena vez por todas se invierta en educación, ya que medidas como esto afectan a padres, alumnos y docentes.