¿Qué era un faraón? A responder esa pregunta y dar cuenta de las características del término nos dedicaremos hoy. En la Civilización del Antiguo Egipto, el término refería a los soberanos y reyes de la época, figuras importantes y gobernantes supremos. No sólo poseían poder político, sino que además se vinculaba con el poder religioso al considerarse descendiente de los mismos dioses.
Título más importante en el Antiguo Egipto
En la pirámide social egipcia, el faraón ocupaba la cima y tenía acceso a todos los privilegios posibles, así como también el poder de decisión sobre toda la población. Si hacemos una comparación con el Absolutismo Monárquico, FARAÓN=MONARCA.
El hecho de que el faraón tuviese acceso al poder dependía de la herencia y el linaje adquirido, cuestiones muy similares a las de los reyes en época del Absolutismo. El faraón tenía a cargo a todas las atribuciones políticas, religiosas y económicas de la época. Por debajo de él, en la pirámide social, se encontraba la familia real, compuesta por su esposa e hijos. Por debajo seguían los nobles y funcionarios que acompañaban al faraón en sus tareas y quehacer diario. En el último escalón se encontraban los esclavos, el grupo más numeroso sin dudas, que se encontraba al servicio del faraón siempre que él lo requiriera.
En cuanto al origen del faraón, podemos decir que se inició su época en los años 3000 a.C. con el primer faraón Narmer y precursor de la Dinastía I. El lugar ocupado por el faraón era de por vida; quien lo asumía era hasta su muerte, o hasta el momento de su abdicación por algún motivo extra.
ATRIBUTOS CARACTERÍSTICOS DEL FARAÓN
Entre los elementos característicos del faraón, esos que le daban poder por sobre el resto de la población y lo ubicaban muy cerca de los dioses, eran los siguientes:
- Nemes o telas que se ponían en la cabeza. Por lo general eran rayadas.
- Flagelos y cayado en sus brazos.
- Barba postiza.
- Uraeus o cobra que se ubicaba sobre la cabeza.
- Collares.
- Vestimenta importante, de gran riqueza y delicadeza.
- Joyas de todo tipo.
Otros elementos muy característicos del faraón, y de la civilización egipcia propiamente dicha, eran las famosas pirámides. Las mismas se construían a pedido del faraón, y se convertían en su lugar de reposo y conexión con los dioses. Cuando los faraones fallecían, sus cuerpos se conservaban allí; las pirámides les permitían pasar a la otra vida. Se creía que de esta manera, el faraón podría enfrentar el juicio final y ser recibido por los dioses en el más allá.