La tecnología en la actualidad ha invadido nuestro días. No hay día en que no nos levantemos y prendamos la computadora para chequear los e-mails o ver las últimas noticias. Directamente nos despertamos con la teconología ya que no hay celular que no tenga incluido dentro de sus funciones un sistema de alarma para despertarnos cada mañana.
Pero tanto avance en tecnología no es gratis, tiene un costo. Además del valor monetario de cada producto en sí, hay un costo en salud. La tecnología no es inocua y quizá aún no sepamos las atrocidades que puede producir en la salud de los individuos. Sí se saben de algunos trastornos como los que voy a contarles a continuación:
– El síndrome de la llamada imaginaria o la llamada fantasma: como nuestro cerebro ya asocia las llamadas que recibimos a nuestro celular con ciertos impulsos, puede ocurrir que creamos que nos llamaron cuando en realidad no fue así. Lo mismo ocurre con la vibración, es decir, creer que nuestro teléfono vibro cuando en realidad no ocurrió nada.
– La depresión por Facebook ya tiene nombre propio y se denomina FOMO o Fear of Missing Out. Ya se ha visto que el contacto con las redes sociales puede generar, envidia, frustración, depresión y aislamiento social.
– Nomofobia se le llama al temor irracional de salir a la calle sin celular o quedarse sin batería o perder la señal. Es la fobia a no disponer del celular en un momento donde podemos llegar a necesitarlo de verdad. Esta fobia viene muy de la mano de otro fenómeno que es el de querer constantemente chequear el celular. Se calcula que los más adictos no pueden pasar más de 6 minutos sin mirar su móvil.
– Cibercondría: es el hecho de creer que se tiene una enfermedad después de haber investigado cada uno de sus signos y síntomas en internet. Esta muy en relación con la hipocondría, por supuesto.
– El fenómeno Google: hace que cada vez recordemos menos información, ya que al instante sabemos que la tenemos en Google. No hacemos esfuerzo por recordar ni siquiera, ya que sabemos que con sólo tipear lo que buscamos lo encontraremos.
– Ser adicto a los videojuegos online. Los más adictos pueden pasar hasta 17 horas pegados a la pantalla, con las consecuencias que ello acarrea en relación a sus responsabilidades como ir a la escuela, estudiar o trabajar.
– Problemas oculares por estar tanto tiempo mirando una pantalla. Ocurre más con quienes laburan por lo menos 8 horas con una computadora.