En este frío día de domingo en Neet! nos toca hablar sobre el asado, esa fantástica comida tan conocida por todos los argentinos. Nos toca hablar de nuestros cortes favoritos, sobre el costumbrismo alrededor de su preparación y quienes serian los compañeros ideales para compartir la comida.
Personalmente, creo que el ritual detrás del asado es lo más lindo que tiene: desde el comienzo, haciendo el fuego y limpiando la parrilla, hasta llenar a la mesa con ensaladas, gaseosas, vinos, cubiertos, etc., todo tiene esa belleza única que ninguna otra comida puede equiparar. Lo más importante, aún así, es la buena compañía: para que el asado sea ideal, la gente alrededor tuyo también lo debe ser. Amigos, vecinos, familiares… todo está permitido siempre y cuando haya buena onda.
Como bien diría mi viejo, «no hay asado sin chorizo» y, efectivamente, es una de mis partes favoritas del asado: no hay nada como agarrar un pan por ahí disperso en la mesa, cortarlo con lo que sea y comer el choripán en dos bocados.
Hasta la sobremesa es importante: se pueden pasar minutos y minutos, con la panza llena, charlando con la compañía. Chistes, anécdotas, temas de actualidad… En fin, no hay nada que no quepa, tanto en el ritual como en el estómago, dentro de la costumbre de un buen asado. Un aplauso para el asador.