Saltar al contenido

Walter benjamin y el Angelus Novus

Acuarela de Paul Klee: Angelus Novus

Benjamin ha abierto nuevas vías en los estudios literarios, la estética y la teoría del arte, la sociología y los estudios sociales, la filosofía y la historia. Sus conceptos e intuiciones han iluminado gran parte de la reflexión del presente: exilio y memoria, arte e imagen, crítica, lenguaje, ciudad y vida urbana.

En 1921 Benjamin compró la acuarela de Paul Klee titulada: Angelus Novus; al comprarla Banjamin la adoptó como emblema de su trabajo.

Walter Benjamin escribe acerca de esta acuarela:

“Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajado, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso”.(Walter Benajamin).

Benjamin con esta metáfora, lo que intenta explicar es el marco de la modernidad sobre la cual la sociedad ha construido una ilusión de progreso ascendente donde los viejos esquemas quedan atrás y la promesa de un futuro pleno se abre en el horizonte; en este sentido el pensador afirma que Ángelus Novus no es otra cosa que la imagen que la sociedad moderna se ha construido de sí misma.

Esta metáfora sirve para abordar la secularización, ya que parece que se impone la razón sobre cualquier otra mirada del mundo. La secularización es en este caso el intervalo entre lo religioso y la razón, lo tradicional de lo moderno, la decadencia de lo inédito. Sobre la categoría secularización se ha construido gran parte de la semántica de la modernidad, señalándola en diferentes direcciones: diferenciación de esferas sociales, privatización, individuación, transposición de creencias y modelos de comportamiento, desinterés de la sociedad por la religión y desacralización del mundo. Si lo analizamos y visualizamos de esa manera lo sagrado parece una etapa superada para el desarrollo de la modernidad; sin embargo las realidades recurrentes –y cada día más- donde la religión es central, y la resignificacion religiosa con los nuevos movimientos religiosos, han puesto esta teoría de la secularización en jaque. De este modo el problema no es entonces de la religión, sino de los esquemas heurísticos sobre los que las ciencias sociales han hecho sus diagnósticos de la modernidad.

Lo increíble de todo esto, es como a través de una obra de arte Walter Benjamin analiza profundamente  la sociedad moderna.

En la actualidad la acuarela está en el Museo de Israel en Jerusalén.