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El Graffiti: arte callejero por excelencia

En los últimos tiempos podemos observar como muchos –especialmente jóvenes- manifiestan sus ideas, sentimientos o frustraciones a través de graffitis que pintan en diversos territorios de la ciudad. ¿Qué es un Graffiti?, pues es una adaptación del término del italiano del término pintada.

El mismo es una representación de identidades que le ofrecen a la ciudad contenidos ya sea políticos, culturales o sociales; se pintan con colores alegres, íconos, dibujos o símbolos, a través de los cuales los jóvenes tratan de expresar y demarcar un territorio o cambiar la fisonomía de algún lugar.

El graffiti ha ido cambiando hasta llegar a ser lo que hoy conocemos. En sus inicios en siglo 20 con el llamado fileteo, pasando por los 40 y las pintadas políticas que se hacían con tizones grasos de alquitrán y kerosene, llegan a la década del 70 a través de escritos clandestinos –acordes a la realidad política y social que se vivía en la época-. Ya en los 80 las tribus urbanas expresan y marcan su dominio territorial mediante diversas técnicas, mensajes o formas de expresión, hasta llegar al día de hoy donde se ponen en juego y en práctica una ritualidad y marca territorial en  donde – en su mayoría- se tratan de comunicar aspectos de la realidad social.

Pero más allá de los dibujos o improntas que quedan en las paredes, calles o edificios de la ciudad hay toda una trama más compleja de relaciones que involucran a los llamados graffiteros; ya que a medida que se inician en la práctica estos se incorporan  grupos de pertenencias a los cuales terminan considerando como “su segunda familia”.

Hay muchas técnicas y por supuesto toda una jerga que involucra a este tipo de arte callejero, pero cualquier sea la técnica que se use el graffiti  le grita a la indiferencia ciudadana.

Vía: Guillermo Tella