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El Mundial que no vemos

Mundial de fútbol, euforia por donde se mire, plata invertida a millones, pero un país que en su mayoría no está de acuerdo con esto, mientras todos miramos los partidos y el lujo ¿qué está pasando en las calles brasileras?

Desde que se supo que Brasil sería la sede de esta mundial hubo grandes debates y opiniones encontradas en los nativos. Por un lado se encontraban los que apoyaban esta iniciativa, viendo esto como una oportunidad para generar nuevos empleos y promocionar el lugar para encontrar nuevos turistas y personas que vayan a ver el acontecimiento deportivo, pero por el otro, el groso de la población se encontró disconforme apelando que con pobreza, falencias en la educación, salud, empleo, entre otros aspectos, gastar millones es estadios de fútbol y hoteles era un despropósito, y hasta una tomada de pelo.

Los medios o los gobernantes brasileros pensaban que a medida que faltara menos para dar comienzo al mundial, los lugareños se sentirían felices y olvidarían estos reclamos, segados por el buen fútbol y los turistas a montones, sin embargo eso, lejos estuvo de la realidad.

A pocos días de comenzar,  las huelgas, protestas sociales, marchas y reclamos se volvieron más fuertes, y ante esto la represión también fue en aumento, como un modo de tratar de asustar y callar al pueblo. Esto no sucedió, hoy, a días ya de iniciado el fútbol, todo continua igual, ni el triunfo de Brasil en el primer partido, ni el colorido en las calles, pudo frenar lo que es algo inevitable: que la sociedad se exprese, que el pueblo hable…

De este modo, el Mundial de Brasil se enmarca en uno de los más polémicos en la historia de las copas del mundo, y lejos de una solución, las revueltas y manifestaciones continúan en las principales ciudades de Brasil.

¿Cuál es tu opinión al respecto?