Hemos hablado sobre distintas técnicas o terapias que resultan útiles y de interés para la sociedad, las cuales buscan brindar mejorías ante diversos problemas relacionados con el cuerpo humano; estuvimos hablando sobre terapias que quizá no resultaban del todo conocidas y su aplicación genera grandes y beneficiosas soluciones, como la acuaterapia y la zooterapia, además de haber brindado consejos de auto-ayuda ante algunos trastornos comunes como los TOC –Trastornos Obsesivos Compulsivos-. Dicho esto, a lo largo de estas líneas queremos contarte hoy qué son las terapias alternativas y/o complementarias. Veamos de qué se trata.
Terapias complementarias
Cuando hablamos de terapias alternativas podemos pensar en complementos capaces de desempeñar una función específica en un tratamiento concreto que se esté llevando a cabo por el paciente y el profesional de la salud que lo atiende. La eficacia de la misma se ve respaldada previamente por estudios que la abalan, siendo necesario que el profesional las acepte a modo de complemento para tratamientos convencionales.
Muchas de las terapias alternativas vigentes ayudan notablemente a aliviar los dolores; entre ellas encontramos:
- Acupuntura
- Retroalimentación
- Masajes
- Meditación
- Relajación
- ENET
- Ultrasonido
- Calor/Frío
- Aromaterapia
- Homeopatía
Es importante que, en caso de estar realizando alguna de estas terapias alternativas, se lo informes a tu médico de cabecera porque, en algunos casos, pueden resultar contradictorias o nocivas para el organismo; no todos toleramos las cosas de la misma manera, y menos aún cuando hay medicamentos recetados para ser tomados de por vida. Los efectos muchas veces no son los mismos.