Por muchos motivos que continuamente vivimos cotidianamente, todos sufrimos altibajos de ánimo, pasando por ejemplo de la felicidad a la tristeza. Pero si tales modificaciones resultan desproporcionadas, y/o no se encuentran motivos para que esto suceda podríamos estar viviendo un trastorno bipolar.
Antes esto se denominaba “psicosis maníaco-depresiva”, enfermedad que afecta a los mecanismos destinados a regular el estado de ánimo, causando tres tipos de crisis:
1-Episodios maníacos, ya sea a través de la euforia o la irritabilidad
2-Episodios depresivos
3-Episodios mixtos
Estas crisis pueden vivirse tanto sucesivamente, como de vez en cuando. El desorden bipolar afecta sin distinción a hombres y mujeres, y habitualmente comienza entre los 15 y 25 años. Teniendo en cuenta la manera de manifestarse y los síntomas se pueden distinguir cuatro tipos de trastornos, lo que permite al profesional derivar al paciente en un tratamiento adecuado.
Es importante saber que la bipolaridad no tiene cura, pero que existen tratamientos que pueden controlarla y amortiguar las consecuencias; combinando generalmente fármacos reguladores de humor con la psicoeducación, que ayuda levar un estilo de vida normal combinado también con una dieta adecuada, actividad física y correctos hábitos de sueño.
Sin embargo el problema más complejo pasa por el diagnostico, ya que cuesta mucho determinar este trastorno en las primeras fases y suele ser confundido con otros padecimientos como: esquizofrenia, intoxicación por drogas, psicosis breve inducida por fármacos, y trastornos de personalidad. Generalmente la persona afectada por la bipolaridad suelen consultar varios médicos y afrontar varios tratamientos hasta que obtienen un diagnostico acertado, lo que los expone durante este tiempo de incertidumbre a sufrir episodios maníacos o depresivos que pueden llevarlo incluso al suicidio.
Este es uno de los trastornos psíquicos más graves, así que si sentís que vos o alguien de tu entorno padecen estos síntomas es mejor consultar rápidamente con un médico.