El corazón es un órgano vital situado del lado izquierdo dentro el tórax entre los dos pulmones. Se habla mucho del corazón en la vida cotidiana, principalmente desde un punto de vista poético. Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos del corazón?
El corazón es un órgano hueco compuesto por 3 partes: el endocardio (en íntimo contacto con la sangre), el miocardio (formado por células musculares cardíacas) y el pericardio (es como una bolsa que cubre y protege a las demás partes). A su vez está formado por 4 cavidades dos derechas y dos izquierdas: el ventrículo y aurícula derechos y el ventrículo y aurículas izquierdos.
La función principal del corazón es como la de una bomba que recibe constantemente sangre y la bombea hacia el resto del cuerpo. Pero la cuestión no es tan simple. Digamos que el corazón derecho se encarga de recibir la sangre desoxigenada y la propulsa hacia los pulmones, donde una vez mezclada con el oxígeno que inhalamos del exterior, es volcada en las cavidades izquierdas para nuevamente ser bombeada pero, esta vez hacia todo el resto del cuerpo. De esta manera se configura la circulación compuesta por una circulación menor o pulmonar y una circulación mayor o sistémica.
Y ¿qué tiene de vital toda esta cuestión de la circulación? La respuesta es que cada unidad básica de nuestro cuerpo, es decir, cada célula que forma parte de los tejidos y órganos de nuestro sistema corporal requieren para su subsistencia de ciertos nutrientes y de oxígeno para cumplir con sus funciones más importantes e imprescindibles. Es así, que estos elementos son aportados por cada pulso de sangre que se envía a cada célula con cada contracción cardíaca o sístole. A cambio de estos compuestos, la célula le entrega a la sangre una cantidad equivalente de desechos orgánicos y de Dióxido de Carbono que serán eliminados una vez que la sangre re-circule y vuelva al corazón para ser finalmente expulsados a través de la circulación pulmonar y en cada exhalación producida con nuestra respiración.
Es por esto que cuando el corazón falla, por ejemplo en una persona que padece insuficiencia cardíaca, sus funciones corporales se encuentran deterioradas por el adecuado intercambio de nutrientes y desechos no se realiza de la manera adecuada. Este tipo de personas tienden a cansarse más, a respirar peor, a tener una inadecuada función del riñón y, por lo tanto, de la eliminación de orina, entre otras manifestaciones.