El 6 de marzo de 1863 nació en Nonogasta (provincia de La Rioja) Joaquín V Gonzalez.
Político, legislador, funcionario, historiador, educador, filósofo, literato: algunas de las múltiples facetas de Joaquín V. González; una de las personalidades más destacadas de la cultura nacional del período moderno.
A los 18 años realizó labores periodísticas colaborando en varios diarios locales, como El Interior y El Progreso, así como en La Revista de Córdoba. Más tarde dictó clases de Historia, Geografía y Francés en la Escuela Normal de esa ciudad.
A los 22 años, comenzó a escribir su tesis doctoral: Estudios sobre la Revolución, fundó el diario La Propaganda y fue elegido presidente del Club Universitario Estudiantil.
En 1887, siendo uno de los más prominentes juristas de la Argentina, es designado miembro de la Comisión de Reforma Constitucional y se le encarga la tarea de redactar el proyecto de Constitución para la provincia de La Rioja
En 1894 es designado titular de la cátedra de Legislación de Minas, y en 1896 accede al Consejo Nacional de Educación siendo además académico titular de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
En 1901 el presidente Roca lo designó Ministro del Interior, para lo cual debió renunciar a su banca de diputado. Al mismo tiempo se hizo cargo en forma interina de los ministerios de Justicia e Instrucción Pública y de Gobierno y Relaciones Exteriores
Siendo ministro esbozó un proyecto de reforma electoral por circunscripciones, uninominal, el que convertido en ley, se tradujo en la descentralización comicial gracias a la cual fue electo Alfredo Palacios, primer diputado socialista de la Argentina y de Latinoamérica. González fue, en el aspecto político, de lineamiento sumamente conservador. En una oportunidad, cuando se le preguntó qué opinaba del sufragio universal, respondió: «es el triunfo de la ignorancia universal!». Sus tintes conservadoras también pueden verse en su proyecto de 1902, donde propuso una modernización de la currícula, donde se preparaba a los Colegios Nacionales Universitarios a la futura clase gobernante.
El presidente Manuel Quintana lo designó nuevamente Ministro de Justicia e Instrucción Pública en 1904, cargo desde el cual Joaquín V. González creó el Seminario Pedagógico, más tarde llamado Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Buenos Aires, el cual contó con un numeroso plantel de profesores extranjeros –en su mayoría de Alemania– y que actualmente lleva su nombre. Al año siguiente crea la moderna Universidad de La Plata, conforme a los progresos de la ciencia de la época. Tras la muerte de Quintana, Figueroa Alcorta le asigna el cargo de Presidente de dicha Universidad, más tarde denominado Rector, puesto que ocupa hasta 1918. Al abandonar este cargo, es despedido apoteóticamente en el Teatro Argentino de La Plata.
Para entonces, Joaquín V. González era considerado uno de los más ilustres hombres del país, y era reconocido por sus pares de otras latitudes. Integraba, en virtud de este reconocimiento, la Real Academia Española como miembro correspondiente (desde 1906), y formó parte, por lo mismo, de la Corte Internacional de Arbitraje de la Haya, en 1921.
Falleció el 21 de diciembre de 1923, en medio de la congoja más general. Sus restos fueron acompañados por miles de personas hasta el Cementerio Norte. La misma congoja se repetiría varios años después, cuando una enorme multitud acompañó sus despojos hasta su Chilecito natal.
Via: Folkloredelnorte – Wikipedia