Los alimentos transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características deseadas. En la actualidad tienen mayor presencia alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la cebada o la soja.
Los productos que resultan de la manipulación genética se pueden clasificar de acuerdo con los siguientes criterios:
• Organismos susceptibles de ser utilizados como alimento y que han sido sometidos a ingeniería genética como, por ejemplo, las plantas manipuladas genéticamente que se cultivan y cosechan. • Alimentos que contienen un aditivo derivado de un organismo sometido ingeniería genética. • Alimentos que se han elaborado utilizando un producto auxiliar para el procesamiento.
En el caso de los vegetales con genes antisentido, el gen Insertado da lugar a una molécula de mRNA que es complementaria del mRNA de la enzima cuya síntesis se quiere inhibir. Al hibridarse ambos, el mRNA de la enzima no produce su síntesis. En el caso de los tomates Flavr-Savr la enzima cuya síntesis se inhibe es la poligalacturonasa responsable del ablandamiento y senescencia del fruto maduro. Al no ser activo, este proceso es muy lento, y los tomates pueden recolectarse ya maduros y comercializarse directamente. Los tomates normales se recogen verdes y se maduran artificialmente antes de su venta, con etileno, por lo que su aroma y sabor son inferiores a los madurados de forma natural. En este caso, el alimento no contiene ninguna proteína nueva.
Los alimentos transgénicos avanzan cada vez más en un mercado sin control, y de grandes intereses económicos. Las razones para justificar lo que no es justificable carecen de fundamento,ya que durabilidad del producto, y mayor abastecimiento en zonas pobres no son razones suficientes para la destrucción que supone su comercialización y su extensión.
Vía: portalplanetasedna