De la Teoría de la Evolución ya hablamos y mucho. Estuvimos hablando también acerca de nuestros antecesores, más precisamente del género Homo correspondiente a los primates homínidos -propios de la tribu homininis-. Hoy queremos hacer un enfoque más específico en lo que son las características del Homosapien, única especie que subsiste en la actualidad (los demás se han ido extinguiendo). Veamos.
Qué fueron los Homosapiens
Si desglosamos la palabra Homosapiens, podemos hablar de «hombre sabio», siendo calificadas así –Homosapiens arcaicos– varias especies que surgieron hace aproximadamente unos 600 mil años pero que no han llegado a adquirir la anatomía del ser humano actual.
Los Homosapiens modernos, en cambio, con su antigüedad aproximada de 195 mil años, sí tienen apariencias similares a las nuestras. Se estima que podrían haber vivido en un período entre 260 mil y 100 mil años antes del presente.
El cuerpo de estos seres ha ido adquiriendo un gran nivel de complejidad tras la interrelación de sus órganos, tejidos, aparatos y sistemas. La gran capacidad de locomoción y movimiento, así como sus pulgares oponibles y su dimorfismo sexual son otras de las tantas características físicas que poseen los Homosapiens. Ellos se diferencian del resto de las especies Homo, específicamente, por sus capacidades mentales.
Un filósofo alemán ha establecido, tras estudios realizados, que sólo el hombre, el Homosapiens, es capaz de utilizar un lenguaje propio y específico como modo de comunicación con su entorno. Y esto puede verse en la actualidad, donde la especie humana va avanzando notablemente a nivel lingüístico con respecto a sus antecesores; en la Tierra se hablan más de seis mil lenguas oficiales, predominando el español, chino mandarín, inglés, hindi, árabe, ruso, portugués o bengalí.
Gracias al uso del lenguaje, el Homosapiens ha logrado transmitir su sabiduría generación a generación, además de haber aprovechado dicha característica para explotar al máximo sus capacidades y aprender de las ajenas.