A lo largo de estas líneas te daremos hoy la posibilidad de conocer cómo es la capacidad motora en los primeros meses del niño, la cual brinda soporte y oportunidades estratégicas para que el ser humano, desde temprana edad, desarrolle sus impulsos creativos, motores y sensoriales. Es a través de esta capacidad o actividad motora que el niño aprende a dominar su propio cuerpo. Ampliemos un poco más sobre ello.
Movimientos motores en los niños
Resulta muy normal que como producto de estas experiencias motrices se generen quiebres, giros o balanceos en los más pequeños, y no es algo complejo ya que todo va generando un aprendizaje de dominio corporal en el niño que lo hará evolucionar en cuanto a postura, registros activos y también pasivos de los movimientos, los cuales se clasifican en tres grandes grupos: balanceos, movimientos giratorios y caídas.
- BALANCEOS. Movimientos oscilatorios regulares del cuerpo o de las articulaciones, semejantes a un vaivén con un desplazamiento lado a lado en un centro de equilibrio. Pueden ser pasivos o activos.
- MOVIMIENTOS GIRATORIOS. Aparecen luego de los balanceos; a medida que el niño va creciendo y desarrollando sus habilidades, los giros también evolucionan y se van diversificando. El cuerpo empieza a ser dominado en el espacio, así como también se empieza a generar un control del eje corporal como punto de apoyo y de equilibrio y direccionalidad de fuerzas centrífugas del giro y del movimiento de rotaciones.
- REPTAR Y GATEAR. El arrastre debe considerarse el mayor logro en el área de la movilidad independiente. Gracias a esta acción el bebé deja depender del entorno para alcanzar objetos y buscar nuevos estímulos por sí mismo.