En esta oportunidad, en la sección construyendo vamos a hablar del Opera de Sidney. Como ya es costumbre en la primer parte vamos a hablar sobre la construcción y en la segunda sobre su historia.
La construcción del Opera de Sidney comenzó en el año 1959 a cargo del arquitecto danés Jørn Utzon. La construcción de este edificio estuvo marcado por complicaciones ingenieriles. Los resultados de estas complicaciones se ven en el tiempo de construcción, que estaba estimado en 3 años y duró 15. Además el costo del edificio se incrementó desde tres millones de dólares australianos hasta 102 millones.
La estructura del Opera de Sidney está formado principalmente por dos partes bien diferenciadas. Por un lado está la parte maciza en la zona inferior y unos cascos mucho más ligeros que le dan el toque arquitectónico. En la primer parte están construidos todos los camarines, salas de estudio, oficinas, etc. La zona superior está formada por una serie de conchas triangulares apoyadas en un vértice. Estas conchas son superficies curvas de color blanco brillante.
Para la construcción de las conchas se utilizó el método de prefabricado, ya que la utilización de encofrados en la obra dificultaría y encarecería todo. Cabe remarcar que hasta encontrar el diseño apropiado de las conchas, pasaron muchos proyectos que fueron rechazados por temas económicos e ingenieriles. La forma finalmente elegida fue la de cascos esféricos.
El estudio de estas cáscaras fue mediante el análisis computacional ( fue una de las primeras obras grandes en utilizarlo). Este análisis fue de vital importancia para conocer como actuarían las fuerzas de viento y peso propio sobre la estructura.
Los materiales utilizados para la construcción del Opera de Sidney fueron hormigón armado para la parte inferior y azulejos blancos brillantes para la parte superior del edificio. El interior fue construido granito rosado extraído de Tarana, madera y contrachapado.