El bullying es un fenómeno lamentablemente muy común en nuestros días, el cual puede definirse como un comportamiento abusivo de una o varias personas hacia otra.
Hay diferentes tipos y causas del mismo. Por ejemplo uno de los desencadenantes puede ser la familia; muchas veces un niño o adolescente puede tener comportamientos agresivos como una manera de expresar su sentir ante un entorno familiar conflictivo como: ausencia de algún padre, divorcios, violencia, abuso por parte de padres o hermanos, mucha presión o muy mimado.
Si bien se puede dar en distintos ámbitos como el barrio o algún club barrial, el espacio más común donde se vislumbra es en la escuela. Además mientras mayor sea la escuela a la que asiste mayor es el riesgo de que haya acoso escolar, que puede ir desde amenazas, violencia o exclusión. Por otro lado, algunos sostienen que los nuevos modelos educativos que en general tienden a poner menos límites y reglas de convivencia, o la ausencia de amonestaciones por ejemplo, han influenciado para que estos tipos de comportamientos abusivos se presenten en mayor medida.
En este fenómeno hay consecuencias negativas tanto para el acosador como para la víctima. El primero puede posteriormente convertirse en una persona frustrada ya que encontrara difícil la convivencia con los demás; además puede volverse en su adolescencia o adultez en una persona violenta y hasta delictiva.
En tanto la víctima, que en su mayoría sufren de bajas autoestimas y actitudes pasivas, tienden a perder interés en los estudios; esto puede desencadenar en el fracaso escolar, trastornos emocionales, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas y problemas psicosomáticos.
Muchos chicos abusados en entornos familiares o escolares han desencadenado su ira provocando atentados contra sus compañeros, uno de los casos más conocidos en nuestro país es el de Javier Romero, al que sus compañeros apodaban “pantriste”. Este chico tímido y retraído sufría continúas burlas de sus pares, el 4 de agosto de 2000 a la salida de la escuela efectúo disparos contra sus compañeros, como consecuencia muere Mauricio Salvador de 16 años y Gabriel Ferrari de 18 queda gravemente herido.
El Bullying es algo muy grave, y en los ámbitos en que se detecta debe ser automáticamente tratado para que no se llegue a consecuencias más graves.
Vía: Peques