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El Tratado de Amsterdam

Seguimos hablando de la Unión Europea, su papel en el mundo, su formación y cómo forma parte de manera sutil y no tanto de la globalización mundial que acarrea al mundo, donde las barreras físicas y culturales de a poco se van menguando por los medios de comunicación y los medios masivos de transporte. Ya hablamos de que la Cumbre de la Haya ha sido clave para que la Unión Europea sea lo que es ahora, y esta vez hablaremos del último tratado que firmaron los países europeos en pos de mantener su integridad política: El Tratado de Amsterdam.

El Tratado de Amsterdam se firmó un 2 de Octubre de 1997 en dicha ciudad. La idea de este tratado era imponer una nueva serie de reglas faltantes en la organización de la Unión Europea y así terminar de afirmar los cimientos de las organización política. Su objetivo principal era crear un espacio de igualdad, libertad y seguridad. Se creó la Europol, la polícia europea y al ministro de Exteriores de la Unión. A su vez, en el tratado de Amsterdam se promovieron leyes como la de libre movilización de los ciudadanos por los distintos países, se agregó una reforma para permitir el agregado de distintos países a la Unión, se habló de empleo, de política común y seguridad.

Finalmente, el tratado de Amsterdam entró en vigor el 1 de Mayo de 1999, tras haber sido ratificado por los Estados Miembros de la Unión Europea, convirtiéndose así en la nueva normativa legal de la Unión Europea. Muchos critican este tratado debido a algunos puntos flojos que posee, como la poca democratización de la Unión, la falta de interés de que haya una unión aún más fuerte entre los países y que no se promueva tanto la independencia de cada uno y las políticas no tan abiertas para la integración de otros países al tratado.