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Harry Houdini, el rey del ilusionismo y la magia

Erich Weiss nace en Budapest en el año 1874; la familia emigra a estados Unidos, donde el joven va a comenzar su trayectoria artística dedicándose al trapecio en un circo. Va a interesarse por la magia después de leer un libro sobre espiritismo, en el cual se describía como unos médiums atados con cadenas conseguían liberarse, y luego volvían a encadenarse.

Houdini comienza a practicar trucos de evasión y juegos de manos tradicionales, creando un pequeño espectáculo -de poco éxito-, presentándose en quioscos de feria, bajo el nombre de Eric el grande.

Más tarde adopta el nombre de Harry Houdini, una combinación de los dos nombres de los magos más importantes del siglo XIX: Robert Houdini, y Harry Kellar. El mago fundará una escuela de magia, y logrará el reconocimiento del público después de liberarse varias veces de las esposas de la policía y escapar de varias prisiones. En 1900 viaja a Londres y a Alemania, gozando ya de la fama de un gran ilusionista, logró un gran éxito y por ejemplo en Berlín, fue muy difícil conseguir entradas para sus espectáculos, ya que siempre estaban agotados.

El mago, obsesionado por la idea de liberarse en cualquier situación, se sometió a un duro programa de entrenamiento y llevó siempre una vida disciplinada; un dato curioso es que durante sus giras este pedía ser encerrado en la celda la prisión más cercana para escaparse de ellas.

Harry Houdini entra a la industria del cine en 1920, siendo ya una leyenda; era para la sociedad un héroe que escapaba de cualquier situación y peligro.  Su muerte en 1926, le impidió realizar sus últimos planes como fundar una Universidad en la que los jóvenes magos aprendieran la historia de la magia y la psicología de la ilusión.

Cada 31 de octubre (día en que muere Houdini), los magos estadounidenses realizan exhibiciones de su arte en hospitales, orfanatos y residencias geriátricas, a modo de homenaje a uno de los magos más grandes de todas las épocas.