La Confederación General del Trabajo nace en 1930, como resultado de un proceso de unificación entre la Unión Sindical Argentina y la Confederación Obrera argentina. La primera reagrupaba a los disidentes de la anarquista federación Obrera de la Rep. Argentina, y la segunda integrada en mayor medida por socialistas. En un principio estaba formada principalmente por los sindicatos ferroviarios, aunque poco a poco fue logrando tener características masivas.
La CGT, que es la principal central obrera del país, a lo largo de toda la historia estuvo marcada por conflictos internos y divisiones. Si bien podemos decir que, la creación de la misma se dio con la finalidad de terminar con las fragmentaciones; ya en 1935 se produce la primera división: por una lado los socialistas que estarán dentro de la CGT- independencia y por el otro, la CGT- Catamarca impulsada por los anarquistas; hasta que finalmente esta se retiro para fundar la Unión Sindical Argentina.
Posteriormente en 1942, volvieron las divisiones, que darían como resultado a la CGT 1, que agrupaba a los ferroviarios y socialistas, y CGT2 que se apoyaba en los gremios comunistas.
En 1943, con la llegada de Perón a la Secretaría de Trabajo, se va a modificar la historia del sindicalismo en Argentina. Perón logra la unificación de la CGT, y se transforma en uno de los impulsores del Partido Laboralista que postulará Perón para la presidencia, de este modo la CGT se convertiría en la columna vertebral del peronismo (dejando de lado la tradición socialista, comunista y anarquista).
El Golpe de estado del 55, buscó desterrar al peronismo y por ende también al sindicato peronista. De este modo la CGT pasa a un lugar de resistencia, afrontando golpes en su organización y represiones. Al año siguiente, se forma el grupo de las 62 organizaciones Gremiales Peronistas. El interventor de la CGT designado por la dictadura llama a un congreso para normalizar la central pero al advertir que los gremios que concurren a la convocatoria son todos peronistas, pide a aquellos sindicatos ligados a la UCR y a la izquierda no presentarse, para boicotearlo. A partir de entonces, y por expreso pedido de Perón, las 62 Organizaciones Peronistas que habían concurrido al congreso comienzan a actuar desde la clandestinidad.
En1966 la CGT va a experimentar una nueva ruptura, con el derrocamiento de Illia, algunos sectores del peronismo verán con simpatía al nuevo gobierno, mientras otros tomarán una posición marcadamente opositora. Esta división es la que va a dar lugar a la CGT de los Argentinos, liderada por Raimundo Ongaro, y a la CGT oficial con una fisonomía más tradicional. Si bien la CGT-A va a tener un lugar importante en la actividad sindical, participando fuertemente en el Cordobazo, va a ser disuelta en 1974.
Frente al violento golpe de Estado de 1976, el sindicalismo nucleado en la CGT adoptará dos posturas que darán lugar a dos facciones dentro de la central: la CGT-Brasil y la CGT-Azopardo. La primera mantendrá una actitud de oposición frente al régimen militar, , mientras que la segunda tendrá un carácter dialoguista.
De todas maneras, con la vuelta de la democracia y la legalización nuevamente de los sindicatos, la CGT volverá a unificarse, aunque no por mucho tiempo; ya que durante el gobierno de Menem la central se va a separar entre oficialistas (Barrionuevo y los Gordos – Comercio, Uocra, Luz y Fuerza, Sanidad, UPCN-), y los opositores con Hugo moyano y le Movimiento de Trabajadores Argentinos. Grupo que se escindirá para dar lugar a la central de Trabajadores Argentinos, que nucleará a trabajadores estatales y a los docentes.
Finalmente en el 2008, Luis Barrionuevo formo la CGT azul y Blanca, en oposición a la CGT oficial liderada por Hugo Moyano.
Como podemos ver la historia del sindicalismo Argentino ha estado signado por continuas rupturas, buscando diversas alternativas con propósitos e intereses cambiantes, según el contexto.
Vía: www.infobae.com