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Historia de la ciencia.

Dentro de lo que llamamos historia hay un campo específico denominado Historia de la ciencia. En esta disciplina se estudian las distintas respuestas que, a lo largo del tiempo, algunos hombres han dado a las preguntas que se han planteado sobre el mundo. Tanto las preguntas como las respuestas cobran sentido en la medida en que las enmarcamos en las sociedades y en el momento histórico en el que fueron formuladas y respondidas.

En el campo de la historia de la ciencia no solo se tienen en cuenta las preguntas y las respuestas planteadas sino que se analiza también como el concepto mismo de lo que se considera científico sufre modificaciones históricas.

Lo que no debemos perder de vista es que la ciencia es una de las formas de conocimiento posibles. Estrictamente, lo que hoy conocemos como ciencia tiene su origen en una etapa histórica concreta: la modernidad. Pero existieron y existen otras formas de conocimiento que todavía hoy en día conviven con la ciencia. Las explicaciones míticas, religiosas, filosóficas y científicas son intentos humanos de entender ese orden subyacente en el mundo.

La Edad Moderna comienza con el siglo XV, la misma se caracteriza como una época de grandes cambios. Fue el momento de importantes descubrimientos geográficos favorecidos por el invento de la brújula y de otros instrumentos que facilitaron la navegación.

Junto con la riqueza de acontecimientos que se produjeron en esos años, se dio un importante proceso de secularización. Es decir, tuvo lugar una lenta pero ininterrumpida separación entre la religión y las otras actividades, reduciendo así el campo de influencia de la Iglesia.

En esta época, uno de los primeros en formular un nuevo método para llegar al conocimiento fue Francis Bacon. La propuesta no era sencilla, había que abandonar todo lo sabido hasta el momento porque estaba basado en meras especulaciones y lleno de afirmaciones religiosas que no tenían que ver con la realidad. Así, el nuevo conocimiento se construiría a partir de la observación directa y de la experimentación. Bacon inauguro así una tradición filosófico-científica, que perdura al día de hoy, denominada empirismo.

El empirismo sostiene que un conocimiento es científico siempre y cuando se base en datos empíricos que puedan ser observados o experimentados de algún modo.