La música es, como toda rama del arte, vida. La música da vida, cura las heridas, sana. La música emociona, apacigua, hace vibrar, calma, excita, ¡cuánta mezcla de sensaciones! Y la música puede ser también terapéutica. Es así que les voy a contar una serie de casos donde la música desplegó su más sanadora magia oculta.
– Música para bebés prematuros. Se usa mucho en las salas de neonatología donde muchos bebés prematuros o de Bajo Peso al Nacer deben pasar un par de día o hasta incluso semana, para ganar peso o recuperarse. Allí se está utilizando cada vez más la emisión de sonidos musicales porque se ha visto que disminuyen la cantidad de energía que el bebé gasta lo que colabora con la ganancia de peso. Otra opción es reproducir con sonidos los latidos del corazón de la madre,
– En las personas con dificultades motrices o del habla, se usa la musicoterapia para estimular las áreas cerebrales encargadas el movimiento y la emisión de la palabra. Al escuchar música estás personas pueden por ejemplo mejorar su marcha o recuperar el equilibrio si este ha sido perdido. Se usa mucho en la Enfermedad de Parkinson, por ejemplo.
– La música ayuda a prevenir los déficit de audición con la edad. En un estudio se vio que los que habían sido músicos toda la vida oían perfectamente en un ambiente ruidoso. Una persona no música de 50 años de edad, oye igual que un músico de 70 años. Osea que la música previene la disminución de la audición propia del envejecimento, o retrasa su aparición.
– La música para la salud cardiovascular: Escuchar música alegre contribuye a una mejor y más pronta recuperación tras un ataque cardíaco, ya que reduce los niveles de tensión arterial, frecuencia cardíaca y ansiedad. Hace que la sangre circule mejor, se expandan los vasos sanguíneos, condición óptima para nuestro corazón y vasculatura.
– Escuchar música durante la realización de entrenamiento físico mejora 20 veces la capacidad de ejercicio, equivalente al consumo de sustancias ilegales que dan un dopping positivo. Prueben ir a correr con auriculares y experimentarán esta sensación de que «todo lo pueden».
– Para reducir el analfabetismo: se ha visto que saber de música o aprender sobre música, mejora el aprendizaje de la lectura. Es decir, un chico es habitué de escuchar música tiene mayor capacidad de lectura que otro que no lo hace. Los resultados dieron que las pruebas, principalmente de vocabulario, son mejores en chicos que escuchan música.