Cuando comienzan las épocas estivales de frió o de calor los humanos recurrimos abrigos, a ropa fresca, a calefacción, a ventilación para protegernos. La pregunta que nos surge es ¿como lo hacen los animales? y la respuesta es que los animales pueden adaptarse a las variaciones de temperatura de acuerdo a su capacidad de regular su temperatura corporal. Por esta cualidad es que se los clasifica a los animales en Ectotermos y Endotermos.
Los Ectotermos dependen del calor exterior para elevar la temperatura de su propio cuerpo. Un lagarto o un sapo son el ejemplo y su temperatura varia con el ambiente. Por esta razón a estos animales se los denomina poiquilotermos. Así es que para calentarse se tiran al sol o se refugian del calor. Para no congelarse los animales que por ejemplo viven bajo el agua, con hielo en la superficie, nadan en las profundidades evitando tener contacto con el hielo, asi enfrían sus líquidos y sus células no se congelan porque morirían.
Los Endotermos que son las aves y mamíferos producen el calor dentro de su propio organismo y mantienen así su temperatura constante, independientemente de las variaciones ambientales. Es por ello que se los denomina homeotermos, estos animales no necesitan ponerse al sol para elevar su temperatura pero si pierden el calor rápidamente, por eso poseen pelos como mecanismo fisiológico para protegerse. También hibernan durante los periodos de frió y escasez de alimento, limitan sus actividades, otros migran, se agrupan o solo cazan de noche.