Hoy vamos a hablar sobre uno de nuestros próceres más renombrados: Mariano Moreno. El mismo nace en Buenos Aires un 23 de septiembre de 1778, hijo de padre Tesorero de las Cajas rurales y de madre más que culta, ya que era una de las pocas mujeres de la época que sabían leer y escribir. No era miembro de una familia de alta jerarquía, por eso su aprendizaje se ve un poco limitado por cuestiones económicas; asiste a la escuela del Rey y el colegio de San Carlos –como oyente-.
A pesar de todo esto Moreno quería y aspiraba seguir sus estudios Universitarios, y luego de un tiempo y haciendo nuevos contactos que lo introdujeron a un mundo diferente pudo comenzar a estudiar en el 1800 varios cursos de Teología en la Universidad de Chuquisaca. Un año más tarde el mismo se doctora e inicia cursos relacionados con el Derecho.
Afín a las bibliotecas por ese entonces frecuenta autores que le van a dejar profundas huellas como: Juan de Solórzano y Pereyra y Victorián de Villalba. Además fue en ese lugar donde Mariano toma contacto por primera vez con grandes pensadores del llamado “siglo de las luces”, quedando impresionado más que nada con Rousseau y su Contrato social.
Un viaje que va a marcarlo se va a dar en 1802 cuando visita Potosí y queda conmovido al ver el grado de explotación y miseria en el cual se exponían los indígenas principalmente en las minas. De ahí que cuando regresa a Chuquisaca escribe su Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios.
En 1804 conoce a María Guadalupe Cuenca con quien se casa y poco después tiene un hijo; pero la vida en Chuquisaca se estaba poniendo dura para el ya que entre 1803 y 1804 Moreno había realizado varias defensas de indígenas contra sus patrones, y las presiones aumentaban. Decide regresar a Buenos Aires y en 1805 ejerce como abogado, siendo nombrado Relator de la Audiencia y Asesor del Cabildo de Buenos Aires.
Posteriormente en el interinato del Virrey Liniers ocupa el cargo de Baltasar Hidalgo de Cisneros, y luego sería protagonista el 25 de mayo de 1810 al asumir las Secretarías de Guerra y Gobierno de la Primera Junta. Es a partir de allí que va a desplegar toda su acción revolucionaria, abriendo puertos al comercio exterior, redujendo derechos de exportación y redactando un reglamento de comercio, entre otros.
Entre otros de sus grandes logros crea la Biblioteca Popular y la Gazeta; siempre continuando sus labores más que importante en la política y economía del país.
Sospechosamente muere en un viaje hacia Inglaterra, su cuerpo es arrojado al mar un 4 de marzo pero de 1811.
Vía: el Historiador