Si ayer leyeron la nota sobre Tipos de textos, quizás también les podrá interesar o ser de ayuda esta nota. Porque independientemente del tipo de texto o la tipología textual, un texto, para ser considerado como tal, requiere de una serie de características que deben observarse en cualquier texto. Es estas características hacemos referencia cuando hablamos de las propiedades de los textos.
Las propiedades de los textos son 7 y ahora voy a asar a detallar cada una de ellas por separado:
–Coherencia: es el sentido global del texto, le da al texto un significado cerrado y completo.
–Cohesión: implica que los elementos que forman un texto (las palabras, los signos de puntuación) tienen que estar íntimamente relacionados y para esto necesitan de una estructura que los contenga.
–Intencionalidad: esta propiedad hace referencia al propósito o intención que tiene quién crea el texto, es decir, su autor. Se refiere a la finalidad perseguida por el dueño del texto, que orienta también sobre cómo este va a ser expresado o comunicado.
–Aceptabilidad: un texto debe poder ser recibido por cualquiera que entre en contacto con él, en el sentido de que quién lo lea debe poder comprender o al menos reconocer la intención con la que fue generado y construido.
–Situacionalidad: cada texto debe tener un marco de referencia, no sólo en tiempo y espacio sino también debe ubicar al lector en un contesto histórico, social y cultural. Debe generar en el lector un contexto válido y apropiado para la correcta iterrpretación del texto.
–Informatividad: un texto si o si tiene que hablar o informar sobre un tema. La información debe estar organizada de una manera eficaz para que el lector no solo la comprenda sino que también, después de haber tenido contacto con el texto, sienta que adquirió nuevos conocimientos o que sus conocimientos aumentaron después de leer o escuchar el texto.
–Intertextualidad: comprende el hecho de que muchas veces en un texto se puede dejar entrever que se mencionan otros textos, de una manera explícita o implícita. Esto pasa muchas veces cuando un autor opina o brinda una información nueva que confirma o refuta otra información que anteriormente había sido brindada por otro autor en otro texto.