Un terremoto de magnitud 4.2 azotó no hace mucho tiempo a la Comunidad Foral de Navarra. Ocurrido de madrugada y con 12 kilómetros de profundidad sobre la superficie, este desastre natural se localizó en Olave, muy cerca de Pamplona, generando un gran susto entre los vecinos. A lo largo de estas líneas nos dedicaremos a analizar qué originó el terremoto de Pamplona, registrado por el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Terremoto de Pamplona
Comenzaremos diciendo que la zona donde ocurrió el terremoto es una zona sísmicamente activa; no es la primer catástrofe natural que sucede en el lugar. Una científica comenta:
Es una región que está ubicada en el antepaís de los Pirineos, al que denominamos cuenca del Ebro, que ha ido rellenándose con sedimentos desde inicios del Terciario, primera etapa del Cenozoico.
Por otro lado, Jurado Rodríguez agrega que «los terremotos se originan por movimientos en el subsuelo», partiendo de la base que la Tierra está dividida en placas tectónicas que se desplazan continuamente y cuyos límites suelen asociarse a procesos sísmicos y volcánicos.
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El terremoto de Pamplona, específicamente, se situó a 12 kilómetros de la superficie; en caso de haberse originado más cerca, se podría haber impulsado un programa de perforación científica para instalar sensores y «mejorar el conocimiento que tenemos, ver la falla, determinar qué deformación ha habido o averiguar si ha existido circulación de fluidos», de acuerdo a lo pautado por Jurado.
Algunas fallas o rupturas en el subsuelo se mueven y responden a las tensiones del terreno, como consecuencia puede liberarse dicha tensión y que se rompa la roca o se desplace por la ruptura, lo que provoca el terremoto.
Esas fueron las palabras expresadas por la geóloga del ICTJA-CSIC. En palabras de investigación añade:
Lo que pasa es que estos movimientos se producen en el subsuelo y no se ven, salvo en casos excepcionales como la falla de San Andrés, donde se observa a simple vista la ruptura del terreno. Si tuviéramos en el subsuelo herramientas parecidas a los radares y satélites que permiten monitorear la atmósfera, podríamos verlo al instante y pevenirlo.
Así podemos dar cuenta que resulta complicado prever cuándo ocurrirán sucesos semejantes al terremoto de Pamplona, por lo que es importante promover la investigación, mejorar las construcciones e implementar nuevos sistemas de prevención y alertas. En zonas donde la actividad sísmica es activa, es importante prevenir adecuando las construcciones del lugar a la magnitud de lo que serán los sismos.
De acuerdo a lo explicado por el Gobierno en un comunicado reciente en relación al terremoto de Pamplona:
El grado de peligrosidad sísmica de Navarra es moderado, en su mayor parte por debajo del 0.04g, de acuerdo al índice de aceleración sísmica básica. La calidad de la edificación en Navarra está por encima de la media nacional.