Si nos detenemos a analizar qué son las concepciones filosóficas partiremos de la base de los diversos puntos de vista desde los cuales se ha estudiado al hombre: relación alma-cuerpo, el modo de actuar según la razón o los sentimientos y el análisis del ser humano como un ser personal. Ampliemos un poco.
Filosofía y sus concepciones
Es muy importante saber cuál es la diferencia entre cuerpo y mente -o alma-. El cuerpo es, por un lado, la parte física del ser humano mientras que el alma, por el otro, es todo aquello abstracto, vinculado a la esencia personal de cada hombre.
Una de las corrientes filosóficas más reconocidas, la Gestalt, surgió ante los cambios de valores que día a día afrontaba el ser humano a causa de la globalización, la cual es capaz de producir en el hombre una desvirtualización e individualismo que, tarde o temprano, repercuten en la pérdida del sentido de la vida.
Muchas de las problemáticas planteadas por la filosofía poseen un carácter general capaz de sobrepasar el marco histórico y social en el cual ha surgido. Un claro ejemplo de ello son preguntas como: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Del mismo modo en que ha ido surgiendo interpretaciones vinculadas a fenómenos estáticos de épocas concretas. La desvirtualización de la que hablábamos antes es un problema que data de épocas de la Revolución Industrial. Aún así, sea cual sea el tipo de problema filosófico –atemporal o estático-, ambos poseen un origen que nos remite a todos a pensar en uno de los problemas filosóficos que se ha mantenido a lo largo de toda la historia de la filosofía: ¿Qué es el ser humano? Es una pregunta que hoy en día la podemos hallar en toda doctrina filosófica e incluso, en la ya reconocida Filosofía Gestalt.
Esta pregunta en relación al ser humano es tan antigua como la filogenética misma del hombre ya que somos los únicos seres que preguntamos y buscamos causas y efecto a cualquier instinto. Siempre estamos ante el deseo de conocer y saber, y por eso es que preguntamos constantemente; ya es un hecho cotidiano para el ser humano el preguntar. Podríamos pensar que el hombre «es» pregunta, y es que dicha acción no sólo remite al deseo de saber sino de darse cuenta y ampliar sus estrategias. Esto ha de implicar una serie de procesos que culminan en la consciencia: el ser humano no sólo se pregunta y pregunta, sino que también es consciente.
Entonces podemos decir que si el ser humano posee la capacidad de preguntarse y además tiene la capacidad de la consciencia, tendrá también la capacidad de manipular su propio ambiente y reinventar la realidad que lo rodea pues es consciente de ella.
Así es como podemos describir al ser humano como «un ente que tiene la potencialidad y la actualidad de ser sin dejar de ser, en esencia, lo que es».