Así como notas atrás te contamos cuestiones relevantes acerca de la biografía de Antonio Berni, Charles Darwin y Steve Jobs -todos pertenecientes a distintos rubros y ámbitos sociales-, ¿por qué no hablar hoy entonces sobre quién fue Emile Durkheim? Se trata de un sociólogo, pedagogo y antropólogo francés quien, junto con otros pioneros, dieron lugar a sociología moderna. Se destacó como estudiante, ingresando a la Escuela Normal Superior de París en 1879 y licenciándose en filosofía en el año 1882. Culminados sus estudios, comenzó su carrera docente en diversas ciudades francesas; en el año 1885-1886 se radicó en Alemania, donde conoció los métodos de la psicología experimental de Wundt.
Biografía de Durkheim
Ya instalado en Alemania, se dedicó a escribir artículos sobre filosofía y ciencias positivas para revistas francesas, y gracias a ello fue nombrado profesor de la asignatura Ciencia Social y Pedagogía en la Universidad de Burdeos, en el año 1887. En 1896 se consagró titular de la cátedra de filosofía social, fundando conjuntamente la revista L’année sociologique. Más tarde, en 1902, se le otorgó la cátedra de Ciencias de la Educación en la Universidad de París, sitio donde ejercería la docencia hasta el día de su fallecimiento.
Basándonos en sus investigaciones, Durkheim pasó de tener total interés por la pedagogía, a inclinarse por la sociología tras el lanzamiento de la primera formulación positivista de Comte. El primer trabajo importante de Émile Durkheim fue su tesis doctoral, Sobre la división del trabajo social, en el año 1893.
En 1895 publicó su obra fundamental, Las reglas del método sociológico, donde se incluyen cuestiones totalmente sociológicas; allí acotó Durkheim el campo de la nueva ciencia y propuso la metodología que había de seguir. Estableció que el objeto de estudio de la sociología no puede ser una suma de individuos sino el fenómeno o hecho social. Este hecho es, además, exterior al individuo por existir antes de su nacimiento, y producto de una colectividad. Las estructuras sociales imponen al individuo ciertas normas de reflexión y pensamiento, reglas de conducta, así como también un canon de existencia normal y sus aspiraciones más elevadas.
Émile Durkheim tomó como base datos estadísticos oficiales para prepara su siguiente estudio, El suicidio, en el año 1897. La obra se puede resumir en la siguiente frase:
El suicidio varía en proporción inversa al grado de integración del individuo en la comunidad religiosa, familiar y política.
Aquí, siguiendo la concepción sociológica pautada en su anterior trabajo, Durkheim parte de la idea de que el individuo está guiado por una realidad moral colectiva. Para él, las verdaderas causas del suicidio son de la naturaleza social -por falta de integración-, y permanecen desconocidas aún incluso para el mismo suicida.
Sobre el fenómeno religioso pudo redactar una de sus más significativas obras, Las formas elementales de la vida religiosa, en 1912. Para el desarrollo de la misma se basó en observaciones antropológicas sobre aborígenes americanos y australianos. En su teoría, él expone que la religión debe ser considerada un fenómeno social y, al mismo tiempo, ser producto de una forma de pensamiento colectivo. La religión, al igual que la sociedad y la cultura, ejerce un control sobre la conciencia del individuo, y es por ello un importante instrumento de cohesión social.
Además de las obras de Durkheim ya mencionadas, cabe citar también Filosofía y sociología (1899) y una serie de estudios importantes como lo son: Crimen y salud social (1895), La prohibición del incesto y sus orígenes (1896), Sobre la definición de los fenómenos religiosos (1879-1898), Las representaciones colectivas y las representaciones individuales (1898), Determinación del hecho moral (1907) y Juicios de realidad y juicios de valor (1911). Además publicó también numerosos artículos de revista.