A través de este post te contaremos hoy quién fue Ivan el Terrible, apodo que le fue asignado al primer zar de Rusia, Ivan IV. Sucesor de su padre Basilio IV, quedó huérfano a muy temprana edad tras la muerte de su madre por envenenamiento; tenía tan sólo ocho años.
Iván IV
Sufrió todo tipo de violencias y humillaciones por parte de la nobleza, quienes solían utilizar a los niños en sus intrigas y ambiciones. Tras la muerte de su madre debió enfrentar una época de guerras entre las facciones nobles, llevándolo a atravesar una infancia un tanto peligrosa y dura, la cual marcaría para siempre su futuro.
La infancia de Ivan el Terrible sería marcaría también parte de la historia de Rusia pues no tardó en vengarse de las clases sociales que tanto daño le hicieron. Y no estuvo solo en ello; contó con el apoyo de la pequeña nobleza, de su guardia personal y también de la Iglesia y el pueblo.
Ya en su adolescencia, implantó un régimen de terror contra las clases altas de Rusia y probablemente haya sido este hecho el que lo llevó a ser llamado por el sobrenombre de Ivan el Terrible. Patrocinó una centralización férrea que le robaba prerrogativas a esas clases altas, evitando siempre caer ante el zar.
Apoyó a la civilización autóctona, evitando siempre el avance extranjero. De este modo fue un gran influyente en la dirección de la Iglesia Ortodoxa, Makary. Alentó también a la creación de la Rada o Consejo Privado.
Tras el regreso de su guerra contra los turcos, Iván IV decidió emplear medios más coercitivos para su gobierno aristocrático. Dejó atrás su vida en Kremlim para instalarse en el barrio moscovita de Oprichni Dvor, rodeado de más de seis mil guerreros.
Fue un hombre de varias mujeres; a una de ellas la mató a puñetazos días antes de su boda tras acumular malos tratos. La primera de sus mujeres fue Anastasia Romanova, con quien tuvo seis hijos luego de casarse en febrero de 1547. De entre todas las que tuvo fue a la que siempre eligió; estuvieron juntos -increíblemente- durante trece años.
La muerte de Iván el Terrible daría fin a un período nefasto para algunos, y liberador para otros. Hasta el final de sus días continuó haciendo la guerra, iniciando con sus guerreros una conquista de grandes espacios siberianos.