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Quíen fue Pablo Escobar

Lo más probable es que hayas oído hablar de Pablo Escobar como el líder del narcotráfico y eso es una verdad. Pero no sólo ha sido mundialmente reconocido por su afección a tráfico de drogas sino que además tuvo un gran peso en la política de Colombia, su país natal. Eso y tantas otras cosas más nos llevarán a contarte hoy quién fue Pablo Escobar.

Pablo Emilio Escobar Gaviria

Si en este momento googleas el nombre Pablo Escobar (o buscas en los libros de historia información acerca de él), verás que lo primero que aparece es su figura como uno de los capos del tráfico de drogas de Colombia, aunque también ha sido reconocido mundialmente por su carácter criminal, el más destacado del Siglo XX. 

Nacido en Rionegro, en un pueblo cercano a Medallín (Colombia)Pablo Escobar fue el tercero de siete hermanos; proveniente de una familia sumamente religiosa, fue llamado así en honor a uno de los apóstoles de Jesús.

 

 

Ya desde muy chico fue posible ver su dote de mando y ambición por conseguir dinero como sea; siempre buscaba la forma de alquilar bicicletas o cómics viejos para poder tener su «propia fortuna» (así lo considera él). Siendo adolescente logró asociarse con su primo-hermano para trabajar en una fábrica de lápidas. Los dos viajaban de pueblo en pueblo ofreciendo sus productos a aquellas familias que habían perdido a sus familias, aunque rápidamente entraron en el comercio ilegal robando lápidas valiosas en cementerios cercanos para hacer prosperar así sus negocios.

Decíamos que Pablo Escobar es reconocido por su vínculo con el narcotráfico, habiéndose convertido en un líder de todos los tiempos. Pero, ¿en qué momento de su vida comenzó a relacionarse con ello? Desde muy joven, con tan sólo 22 años de edad, su nombre comenzó a ser escuchado con frecuencia luego de haberse puesto al mando de una banda de maleantes con los que se dedicaba a desvalijar autos como si fuese parte de una rutina diaria. Transcurriendo un año de exportación masiva de cocaína desde Colombia a EE.UU, Escobar no dudó en pensar en ello como un posible negocio a futuro… Y no tan futuro, porque le bastó con introducirse en el tema para darse cuenta que esto le generaría mucho más dinero del que podía ganar, tanto que no se lo imaginaba.

Junto a su primo Gustavo, comenzaron a trabajar bajo la sombre de un gran contrabandista de todos los tiempos, Alfredo Gómez López, cuidando sus espaldas de los grandes camiones repletos de estupefacientes que ingresaban a la ciudad. Rápidamente se convierte en «la mosca», apodo que recibe la persona que se pone firme frente al tráfico de vehículos que entran y salen del país cargados con droga, sobornando a las autoridades con el fin de cuidar a sus compañeros y evitar que corran peligro alguno.

Para 1974, dos años después, Pablo Escobar ya era todo un contrabandista, capaz de llevar partidas de cocaína desde Colombia hasta el suelo estadounidense. En 1976 su negocio comienza a ampliarse tras pensar en la construcción de un laboratorio donde procesar la cocaína. Y es ahí cuando se forma el «Cartel de Medellín», organización dedicada a la producción, transporte y venta de drogas, comandada por él.

Con tal sólo 29 años de edad, Pablo Escobar era un hombre totalmente rico encaminado en buscar cumplir su promesa, aquella que había hecho de chico: si a los 25 años no alcanza a tener un millón de pesos, se suicidaría. El 80% del tráfico de drogas estaba en sus manos y eso era todo lo que necesitaba para saciar su felicidad.

Ya rico e inmerso en el mundo de las drogas, comienzo a poner el ojo en cuestiones de política como su posible y posterior campo de acción. Claro está que el objetivo que él tenía era tapar de algún modo el negocio ilegal que había emprendido. Así fue como Pablo Escobar comienza a realizar obras de caridad para comenzar a convertirse en una figura buena dentro del país. Todo ello con dinero obtenido por drogas, claro.

Desafortunadamente, sus propuestas sociales no fueron bien vistas por sus rivales políticos, quienes lo acusaban de ser populista. Pero no fue una traba para él, pues siguió luchando por sus objetivos hasta convertirse, a los 32 años, en congresista sustituto por el partido Alternativa Liberal.

 

 

Lo contado hasta aquí nos permite dar cuenta que la biografía entera de Pablo Escobar es negra; todo su éxito y fortuna lo logró con crueldad y trabajos sucios, ilegales. No tardó en convertir a Colombia en un país marcado por el narco-terrorismo contra jueces, policías, militares y políticos. Cualquier persona que se oponía a su reinado de la cocaína era eliminada del mundo por algún «parrillero». Y trabajo en relación a los asesinatos aumentó cuando fue expulsado de la política, tras haberse dado cuenta el Ministro de Justicia de su vínculo con el narcotráfico.

La violencia que Pablo Escobar emitía no tenía límites, pero finalizó en el año 1989 cuando da la orden de hacer explotar medio kilo de dinamita en un lugar cercano al Departamento Administrativo de Seguridad: más de 70 personas perdieron la vida y muchos otros quedaron con graves heridas.

Su ola terrorista continuó durante ese año, tras buscar eliminar un avión que viajaba por los aires en creencia de que allí viajaba el candidato a la presidencia, César Gaviria, quien había quedado en su país. En ese ataque murieron más de cien personas.

Su época de terrorista y narcotraficante acabaría cuando el gobierno, tras su escape, conforma un grupo multitudinario búsqueda para acabar con su vida. Pasaron meses de vigilancia sin poder dar con el paradero de Escobar, hasta que el 1 de Diciembre de 1993 deciden preparar un operativo  especial con el fin de atraparlo de manera definitiva.

Dos días después, Escobar se contacta con su hijo y así fue como las autoridades descubren que se encontraba oculto en un chalet de la ciudad de Medellín, hacia donde se trasladan con el fin de detenerlo. No fue fácil lograr que se entregara, incluso logró escapar por los techos pero estaba rodeado: los policías que custodiaban la parte trasera de la casa dispararon con fusiles R15 y acabaron con la vida de Escobar. Lo que más ha sorprendido es la cantidad de gente que lo lloró en Medellín.