En alguna oportunidad hemos hablado sobre características en relación al poder ejecutivo y el proceso de re-organización nacional. Hoy nos incumbe hablar acerca de algunas cuestiones y características hegemónicas, refiriéndonos a esto a un término cuyo significado hace alusión a mandar, guiar o conducir. Te contaremos, más precisamente, qué es un hegemonía política, concepto aplicado a la política internacional donde, un Estado o conjunto de Estados, aparece como más poderoso que otros con los que, quizá, está relacionado de manera amistosa o agresiva.
Características hegemónicas
Cuando hablamos de hegemonía nos referimos, entonces, a la dirección suprema de una cosa sobre la otra. En ese sentido, la supremacía de un pueblo por encima de otro convertirá a una nación en un Estado Hegemónico.
Como dijimos más arriba, el término hegemónico implica una situación de influencia que se registra en varios ámbitos de la vida de las naciones. Así como hablamos de hegemonía política, podemos encontrarnos con hegemonía económica, culturar y hasta incluso, militar.
Si analizamos la historia a partir de la Antigua Grecia, nos encontramos con hegemonías cuando hablamos de la diferenciación de tres ciudades-Estado: Esparta, Atenas y Tebas. En ese momento, el Rey de Macedonia intenta invadir Grecia uniéndose con otros pueblos en busca del derribo de la hegemonía del lugar para implantar luego una hegemonía político-militar en Macedonia.
Por otro lado, cuando hablamos de hegemonía mundial nos estamos refiriendo al dominio del mundo por parte de una nación en particular, o un conjunto de naciones. Este tipo de hegemonía engloba cuestiones de diversos órdenes: político, ideológico, religioso, económico, cultural y militar.