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Curvas de titulación

Con el fin de mejorar la detección de los puntos finales y averiguar las posibles fuentes de errores en las titulaciones, se construyen las curvas de titulación. La curva consiste en una representación gráfica del volumen de reactivo en el eje horizontal y alguna función del analito o concentración del reactivo en el eje vertical.

En los métodos volumétricos se mide el volumen de la solución de concentración conocida que se necesita para reaccionar por completo con el analito. En estos casos, pueden presentarse dos tipos de curvas: la curva sigmoidal y la curva de segmento lineal. En el primer caso, las observaciones más importantes están confinadas en una pequeña zona alrededor del punto de equivalencia. En el segundo caso, las mediciones se hacen a ambos lados del punto de equivalencia, evitando las mediciones en este punto. Este tipo de curva es útil cuando las reacciones se completan sólo en presencia de un exceso considerable de reactivo o de analito.

Los cambios bruscos en las concentraciones del reactivo o del analito son característicos del punto de equivalencia de una titulación. Por ende, una forma de gráfica muy utilizada en las titulaciones son aquellas que exhiben el logaritmo negativo de la concentración del reactivo o del analito (función P) en función del volumen de reactivo.

Las curvas de titulación para las reacciones en las que se forman complejos, precipitados o en las reacciones de óxido-reducción, también exhiben el cambio brusco en la función P (aumento o disminución) cerca del punto de equivalencia.

Las curvas de titulación definen entonces las propiedades que se requieren de un indicador y ayudan a estimar el error asociado a los métodos de titulación. Esto es posible ya que mediante estas curvas puede observarse el rango de pH en el cual se produce el cambio brusco en la función P y elegir el indicador adecuado para detectar este cambio de pH.

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