Cuando se lleva adelante una combustión hay ciertos elementos que tienen que cumplirse para poder aprovechar al máximo el poder calorífico del combustible:
*Mezcla íntima del combustible y el oxidante.
*Admisión de cantidades suficientes de oxidantes para quemar por completo el combustible.
*Una temperatura suficiente para encender la mezcla de combustible y aire y completar la combustión.
*El tiempo necesario de residencia para que la combustión sea completa.
Cuando un combustible es calentado, sea gas, sólido (ya que pueden emanar del mismo sustancias volátiles) o líquido (ya que se vaporiza), las partículas se combinan con el oxígeno del aire, se queman, se vuelven incandescentes y emiten luz y calor, manifestándose entonces la llama.
Para que un combustible se encienda, es necesario que alcance cierta temperatura, llamada temperatura inicial de combustión; la misma se alcanza cuando con una chispa se enciende el combustible. A otra temperatura llamada temperatura de autoencendido o punto de ignición, el combustible se enciende también sin chispa (Por ejemplo: para el fuel oil es de 520 a 620°C). Naturalmente el encendido se produce siempre que la relación combustible – aire esté contenida dentro de ciertos límites.
La velocidad de propagación de la llama en la mezcla gas combustible y aire normalmente de 1 a 10 m/s pero puede alcanzar valores del orden de 2000 a 3000 m/s punto en donde se tiene una explosión.