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Energía y su clasificación

Si bien energía, es un concepto abstracto, se define como la capacidad para realizar un trabajo. Todas las fuentes de energía son capaces de realizar un trabajo, pero no todas son útiles para la química. En esta oportunidad, vamos a considerar aquellas energías, que pueden aplicarse o sean el resultado de un proceso químico.

La energía radiante, o energía solar, es la principal fuente de energía de la Tierra. Si bien la energía solar es importante para el desarrollo de la vida, en química puede aplicarse por ejemplo para secar perejil u otras especias.

La energía térmica, es la energía asociada con el movimiento aleatorio de los átomos y las moléculas. En general, la energía térmica se asocia con la temperatura. Cuanto mayor es la temperatura de un cuerpo, mayor será el movimiento de las moléculas, y por ende, mayor será su energía térmica. Cabe destacar que, comparando una taza de agua a 70 °C con una pileta de agua a 40 °C, si bien la primera tiene mayor temperatura, en la pileta se almacena mucha más energía térmica porque tiene mayor volumen y masa que la taza, y por ende mayor cantidad de moléculas en movimiento.

La energía química, es una forma de energía que se almacena es las unidades estructurales de las sustancias; esta cantidad se determina por el tipo y arreglo de los átomos que constituyen cada sustancia. Cuando las sustancias reaccionan, la energía se libera, almacena o se convierte en otras formas de energías.

La energía potencial, es la energía disponible en función de la posición de un objeto. La energía química se considera como un tipo de energía potencial porque se relaciona con la posición relativa y el arreglo de los átomos en una sustancia determinada.

Todas las formas de energía se pueden convertir unas en otras. Cuando la energía desaparece de una forma, debe aparecen en otra forma (de igual magnitud). Este principio se resume en la Ley de conservación de la energía (la energía total del universo permanece constante).