Que Hollywood se quedó sin ideas hace rato, eso no es novedad. Lo que sí da un poco de pena son las herramientas que utiliza esta enorme corporación para hacernos gastar guita a lo loco viendo las cosas que ellos nos ofrecen que, por algún hechizo mágico o una hinopsis universal, nos termina «gustando». Por un tiempo fue la continuación de franquicias en trilogías o sagas. Así, tuvimos Terminator, Jurassic Park, Alien, Indiana Jones e incluso Star Wars por varios años más. Luego de eso vino lo mismo: las secuelas de las franquicias, casi sin éxito y sin la «esencia» de sus predecesoras. Luego vinieron las precuelas, los reboots, las secuelas y la división de una película en «dos partes». Hoy en día cuesta más encontrar un guión original que al conejo de Pascuas. Y la nueva es adaptar películas con éxito moderado a la pantalla chica, convirtiéndolas en series. Y una de ellas es «Limitless», adaptación del film protagonizado por Bradley Cooper que tuvo una buena aceptación del público y la crítica allá en 2011. La serie arrancó bien por lo que el canal NBC se apresuró a extender el contrato para que Limitless tenga una primera temporada de 22 episodios.
La serie de Limitless cuenta con varios productores, entre ellos Alex Kurtzman, Roberto Orci, Heather Kadin, el mismo Bradley Cooper, Todd Phillips, Ryan Kavanaugh, Tucker Tooley y Tom Forman. La idea de la serie es hacer una especie de historia paralela luego de lo que le sucedió a Cooper, y gracias a que es el productor podemos ver los carteles de senador con su cara por las calles.
Por si no sabés de qué trata Limitless, es básicamente sobre una droga que te aumenta la capacidad de razonamiento hasta casi utilizar el 100% de tu cerebro, pero tiene un efecto colateral: una vez consumida, no se la puede dejar ya que la abstinencia los termina matando.