Hacia fines del siglo XIX, se determinó que la cantidad de energía radiante emitida por un objeto a una temperatura dada dependía de su longitud de onda. Sin embargo, esta teoría no se correlacionaba con la teoría ondulatoria y las leyes de la termodinámica; faltaba una teoría que uniera los tres conceptos.
Planck encontró esta correlación al establecer que los átomos y las moléculas emitían o absorbían energía sólo en cantidades discretas (originalmente se creía que los átomos o las moléculas emitían o absorbían energía en cualquier cantidad arbitraria). A la mínima cantidad de energía radiante que se podía emitir o absorber en forma de radiación electromagnética, Planck la llamo cuanto. La energía de un solo cuanto esta dado por:
E= h*ν
donde h es la constante de Planck (6,63*10^(-34) Js), y ν es la frecuencia de la radiación.
Según la teoría de Planck, la energía se emite en múltiplos de hν (1hν, 2hν, 3hν, etc). Si bien Planck no pudo explicar porque la energía tenía que ser cuantizada, con esta teoría correlacionó los datos experimentales de las emisiones de los sólidos en todas las gamas de longitudes de onda.