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Los Unitarios y los Federales

En algún momento te contamos, en Neetescuela, sobre el Primer y Segundo Triunvirato del Río de la Plata. También hicimos hincapié en algunas cuestiones nacionales como, por ejemplo, las batallas de Ayacucho y Pavón, ocurridas durante un período bastante complicado en nuestro país. ¿Por qué no hablar, entonces, de los unitarios y los federales? Dos bandos enfrentados por una ideología totalmente diferente, implementadas luego de la crisis de 1820 con la caída del Directorio y el fracaso en la conformación de un Estado centralizado.

Los federales, por un lado, eran representados por Manuel Dorrego, Estanislao López y el caudillo, Gervasio Artigas, quien ejercía su influencia sobre las provincias del Litoral. Por otro lado estaban los unitarios, conocidos por muchos como los «directoriales» por formar parte del Directorio. Tenían como principal representante a Bernardino Rivadavia, además de participar conservadores de todos los tiempos como Anchorena y Felipe Arana -este último, con el paso del tiempo, se inclinó hacia la ideología federal rosista-.

En 1828, Manuel Dorrego fue fusilado y a partir de este momento se radicalizaron las posturas. Los federales eran ahora representados por Rosas, Estanislao López y Facundo Quiroga, mientras que los unitarios se vieron influenciados por las idea de Juan Lavalle y José María Paz. Estos últimos fueron distinguidos por su mentalidad europea, de la cual tomaban ideas españolas y liberales, como Floridablanca y el racionalismo iluminista de Voltaire. 

Los unitarios se encontraban, claramente, a favor del régimen de unidad, ya que consideraban que las provincias no eran capaces de gobernarse por sí solas. Despreciaban a las masas y al gaucho, adoptando una postura aristocrizante. Estaban, además, ligados a los intereses del puerto de Buenos Aires y fueron partidarios del libre cambio en una vinculación con el comercio de Inglaterra, lo cual arruinó completamente la manufactura del país. Así fue como centraron la nacionalidad en la zona de dominio del puerto, justificando con ello la pérdida de la Banda Oriental y el Alto Perú. 

Por otro lado, los federales se vieron bien americanizados. Tomaron una postura bastante hispánica en comparación a sus opositores, defendiendo las autonomías provinciales. Tuvieron como principales representantes a los caudillos, conductores de las masas criollas y poseedores de un espíritu democrático y realista. Se opusieron, además, al libre cambio y establecieron un régimen proteccionista para defender la manufactura nacional, liberando la dependencia comercial con Inglaterra.

El Pacto Federal del 4 de enero de 1831, firmado por Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, dio origen a la Confederación Argentina. Se trató del primer hecho de carácter institucional, al cual se sumó más tarde Corrientes. Se trató de una alianza ofensiva-defensiva para contrarrestar a la Liga Unitaria creada en Córdoba, la cual lograron deshacer.

Todos estos acontecimientos permitieron construir el pilar fundamental en que se basó la Constitución en 1853.