En química muchas veces es necesario separar una mezcla de sustancias en dos o más productos diferentes; para ello se utilizan los procesos de separación. La separación puede basarse en propiedades químicas, como la densidad o la solubilidad, o en propiedades físicas, como el tamaño de partícula.
Dentro de los procesos de separación físicos (o basados en las propiedades físicas), pueden encontrarse el tamizado, la clasificación, la filtración, la flotación, la sedimentación, la centrifugación y el ciclón. En esta oportunidad se trata el Centrifugación.
La fuerza centrífuga es muy útil cuando se necesita aplicar una fuerza superior a la gravedad para lograr la separación de sólidos y fluidos de diferentes densidades, como en la sedimentación o para conseguir separaciones del tipo de las que se llevan a cabo con la filtración. Si la fuerza centrífuga opera de acuerdo con el principio de la sedimentación, la fase más densa es la que se separa por acción de dicha fuerza; y si opera de acuerdo al principio de filtración, como en una centrífuga de cesta donde la malla de la cesta retiene las partículas sólidas y la fuerza centrífuga causa que el líquido fluya a través de los sólidos en la cesta más rápidamente que en un filtro ordinario.
Las centrífugas pueden ser de dos tipos: Centrífugas discontinuas y Centrífugas continuas. Dentro de las centrífugas continuas se encuentran las centrífugas de cesta perforada y eje vertical (separación y lavado de los cristales de sacarosa en las refinerías de azúcar y separación de todos los tipos de productos cristalinos y granulares) y las centrífugas de árbol vertical (industrias farmacéuticas). Dentro de las centrífugas continuas se encuentran el filtro centrífugo, la centrífuga de rotor tubular (para fabricación de las fracciones pesadas del petróleo) y la centrífuga de rotor de disco (descremado de la leche y purificación de aceites).
Por último se nombran también, la ultracentrífuga que opera a velocidades muy elevadas. Esta máquina opera solo en forma discontinua y solamente para tratar una pequeña cantidad de materia durante cada ciclo. Son equipos de laboratorio, y se aplican con éxito a la determinación del tamaño de las partículas coloidales o del peso molecular, midiendo la velocidad de sedimentación de las partículas en suspensión. También se aplican a la separación de isótopos, basándose en las ligeras diferencias de densidades (pesos moleculares) debido a la gran multiplicación de esta ligera diferencia que producen las fuerzas centrífugas avanzadas.